viernes, 25 de marzo de 2011

Volver al pasado con clase

Rock’n’roll Party
Jeff Beck
Warner Music (2011)

Hasta que la muerte decidió llevárselo consigo, en agosto de 2009, Les Paul se presentaba junto a su trío una vez por semana, religiosamente, en el Iridium Jazz Club de Nueva York. Aquellos shows eran una auténtica celebración, significaba disfrutar en vivo de una leyenda del rock y el jazz que había dado nombre a una de las guitarras más populares del mundo.

Como una forma de rendir homenaje, tanto al viejo Paul como a ese clima festivo, el guitarrista Jeff Beck decidió armar un show en el mismo club y con invitados de lujo. El resultado lleva por título Rock’n’roll Party y propone viejos clásicos que recrean con frescura y excelente criterio un periodo seminal de la música popular en general y el rock en particular.

El álbum arranca a puro rockabilly hasta llegar a Cry me a river, donde hace su ingreso triunfal la cantante Imelda May, que deslumbra con su voz sexy y refinada. Allí cambia completamente la temperatura del espectáculo, transformándose en algo que parece un número elegante de cabaret de la década de 1950.


El gran punto a favor es el mismo Beck, un anfitrión brillante. Aunque es un adicto a la Stratocaster, en Rock’n’roll Party deja en claro que se lleva muy bien con las guitarras de cuerpo gordo. Sus particulares pellizcos en las cuerdas suenan cristalinos (Vaya con Dios con un trémolo exquisito, Mockin Bird Hill con sus arpegios “muteados”), y sus juegos con la perilla del volumen también están presentes en instrumentales como Sleep Walk.

El respiro jazzy dura poco. Más adelante regresa la adrenalina del comienzo. La banda de acompañamiento suena rockera o reposada según la ocasión, porque sabe adaptarse a las circunstancias de cada invitado.

Así, el disco cuenta con varias perlas, como una aplaudida versión de Peter Gunn, el standart de Henry Mancini, o Twenty Flight Rock, que cuenta con la participación de Brian Setzer (Stray Cats), acaso el mejor representante actual del espíritu rockabilly.

Además del registro que nos ocupa, este concierto también fue filmado y televisado por PBS. Hasta la salida del DVD, vale la pena buscar algún video en YouTube. Incluso al verlo en el pequeño player de una pantalla dan ganas de haber estado ahí.