miércoles, 26 de noviembre de 2008

Algunos apuntes sobre las redes sociales

Como herramientas para la comunicación, las redes sociales funcionan de una forma similar a la de un amplificador: permiten, básicamente, que un mayor número de personas acceda a lo que otra ofrece. Tal vez ésa sea su mayor virtud, porque evita intermediarios que pueden llegar a distorsionar el mensaje. Ahora bien, que aquello que se brinda en una red social sea de interés para el resto ya depende exclusivamente del usuario. Continuando con la analogía citada al comienzo y para ponerlo en términos gráficos, uno puede manipular una guitarra eléctrica enchufada a una pared de doce mil watts, frente a cientos de miles de personas, y aunque el alcance del sonido lo delimitan los parlantes, el aplauso o la reprobación de esa multitud será proporcional a nuestra pericia con las seis cuerdas.

Una idea parecida fue planteada hace algunos días por el escritor Hernán Casciari a propósito de la muerte de los blogs, tema del que se viene hablando insistentemente desde algunos lugares, aunque sin un fundamento que garantice su defunción definitiva. Casciari dijo, entre otras cosas, que el rótulo de blogger –o bloguero– para designar a alguien que escribe en un blog resulta casi una ofensa, y sostuvo asimismo que con el tiempo irán desapareciendo gradualmente aquellos “modernitos sin oficio conocido” que mantienen una bitácora sólo por el hecho de tener una, aquellos que abrieron un blog al leer en alguna revista o sitio que eran “una revolución” auténtica, el futuro del periodismo, la literatura u otra clase de disciplina humanística en la que el texto o la imagen tuvieran algo que ver. “Prevalecerá el talento”, finaliza Casciari con tono profético en su discurso acerca de este tema.

Talento, creatividad, inteligencia, previsión o aptitud son características decisivas para lograr reconocimiento en Internet, sea en un blog, en un perfil de Facebook, como usuario de Taringa! o en los 140 caracteres que permite Twitter. Y se podrían agregar algunas virtudes más, como la exclusividad (ofrecer algo que nadie más tiene), anticipación (ofrecerlo antes que nadie) y la originalidad (ofrecerlo de una manera diferente). En su ya célebre columna Por qué leo blogs, escrita para la revista Newsweek, el consultor de medios interactivos Julián Gallo asegura que en determinadas bitácoras él encuentra temas muy puntuales que sin embargo son de su interés, temas que de tan específicos no tienen un lugar en la agenda de los medios masivos. Si una persona se informa únicamente a partir de los medios tradicionales, dice Gallo, se encuentra atada a temáticas como la política o el deporte, por nombrar sólo dos tópicos que gozan de una amplia cobertura, reduciendo sus posibilidades de estar al tanto de otras cuestiones, que podrán ser de una importancia muy relativa en la vida cotidiana, pero que sin embargo poca gente conoce. El conocimiento, por mínimo que sea, también es una herramienta muy valiosa en estos tiempos.


Por otro lado, algo que parece haber tomado fuerza en las últimas semanas es la tendencia por parte de algunas empresas a subirse a la ola de la Web 2.0 sin tener muy en claro de qué va la cuestión; y sin una estrategia predeterminada o planeándola sobre la marcha, es difícil alcanzar resultados satisfactorios. Pablo Sánchez, autor de unblogged, planteó el tema de forma directa, luego de que recibiera un par de invitaciones para unirse a grupos de empresas locales en redes sociales. Sánchez les espetó en su espacio que “tener un grupo en Facebook no es Social Media”, y luego de explicar porqué estaban llevando a cabo de forma incorrecta sus intenciones (“dedicándome a esto, no puedo dejar de ver fallas en el uso que se le da a la herramienta”, sostuvo), les ofreció otro consejo gratuito: “Si a mí, como usuario normal y consumidor, me van a agregar en Facebook sólo para mandarme spam que por otro lado no aceptaría, sin duda que los borraría de mis contactos”.

En ese sentido, pareciera ser que muchos de los que mantienen blogs sobre temas específicos sienten la necesidad de dar su opinión cada vez que está en el tapete alguna cuestión que conocen bien, como es el caso de las redes sociales o las nuevas tecnologías. En la mayoría de los casos esas opiniones son muy valiosas, porque ofrecen una mirada –desinteresada o no– inteligente sobre una cuestión puntual, de la que se pueden extraer algunas ideas válidas. En otras ocasiones, sin embargo, esas opiniones pueden resultar erróneas o incluso peligrosas, porque pasan por el tamiz de sus conocimientos pero también de sus valoraciones personales, algo que suele lindar con una ignorancia encubierta al no tener argumentos sólidos, lo que a veces lleva a que esas opiniones pierdan valor. Sirva de ejemplo las muchas veces que se critica desde los blogs a los rediseños de sitios informativos sólo desde la óptica del diseño. De esa forma, se desdeña por completo un producto que tal vez analizado desde otra arista, como puede ser la informativa, resulta mucho más logrado. Como es lógico, lo ideal sería que todo el sitio fuera satisfactorio, pero una visión parcial –positiva o negativa– no siempre arroja conclusiones acertadas.

Lo ideal en estos casos, lejos de la crítica desmedida o el mirar la paja en el ojo ajeno, es tratar de ofrecer a la comunidad algo de calidad desde nuestro lugar, por pequeño que sea, o bien fomentar un debate enriquecedor. Y en este punto es necesario tener en claro qué se ofrece. El grupo de indie rock Ok Go quizás no esperaba causar tal excitación al subir el clip Here it goes again a YouTube, pero seguramente tenían la sospecha de que el video era original y que la Web era un buen lugar para mostrarlo, al margen de las otras estrategias de promoción. Una idea low fi, pero bien acorde a los tiempos que corren. La fórmula es muy tentadora: éxito con bajo presupuesto. ¿Cómo conseguir tal cosa? Marcos Carreño, director ejecutivo de Idear Music, empresa que se dedica a promocionar artistas a través de las tiendas digitales, planteó en una entrevista para la revista La Central que “la gran pregunta es cómo ser relevante en Internet”. De nuevo, ¿cómo conseguirlo? Lo cierto es que varios ya lo han logrado, consciente o inconscientemente, de la mano de las redes sociales y de su capacidad para hacer interesante aquello que proponen. Bandas como Ok Go o Arctic Monkeys, gente como Mark Zuckerberg y, más cerca nuestro, Nicolás Di Mattia, Chris Lanceley o José Playo, sólo por nombrar algunos pocos, han conseguido ser relevantes en Internet a través de herramientas que se encuentran al alcance de la mayoría. ¿Qué los diferencia del resto? Tomaron la guitarra teniendo en claro qué iban a tocar. El resto vino solo: aplausos.